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Los kit antipinchazos representan solo una solución temporal, ya que será necesario igualmente cambiar la rueda.
La rueda de repuesto se está convirtiendo en un elemento cada vez menos habitual dentro de los vehículos personales. Principalmente por cuestiones prácticas, debido al espacio que ocupa dentro del maletero. En su lugar, el kit antipinchazos parece la opción ideal para lidiar con un neumático que haya sufrido un percance durante la conducción. Prácticamente no ocupan espacio, lo cual redunda en un menor peso y, por tanto, consumo de combustible si se compara con una rueda de repuesto.
El funcionamiento de estos es muy sencillo. Simplemente se trata de una espuma que se inyecta por la válvula neumática, de esta manera, la zona de la rueda que se ha pinchado queda sellada. Tras volver a hinchar el neumático afectado, se podrá circular de nuevo sin ningún problema. Eso sí, no se trata de una solución definitiva, lo que supone una de sus desventajas. Sino de una manera de salir del bache de forma excepcional. El siguiente paso consistirá en acudir a un taller donde puedan sustituir esta rueda por otra nueva y en perfecto estado.
También habrá que tener en cuenta que estos kit solo pueden emplearse si se trata de un pinchazo. En caso de rajas, desgarros o reventones, no serán una opción viable. Y otro aspecto relevante es tener en cuenta que se trata de una herramienta de un solo uso. Una vez usado un bote, habrá que sustituirlo.
Puede que haya sido el golpe, el ruido o todo a la vez, el caso es que una rueda ha sufrido un accidente. En estas circunstancias será vital desviarse cuanto antes de la circulación y parar en un lugar seguro. Una vez señalizado el vehículo de forma apropiada, se revisará el estado del neumático. Si se trata de un pinchazo, será el momento de sacar el kit antipinchazos y ponerlo a prueba.
Ya debería estar listo. Para asegurarse de que todo funcione según lo previsto, conviene circular durante unos kilómetros con mucha precaución —no se pueden superar los 80 kilómetros por hora— para que el líquido antipinchazos se reparta adecuadamente por la rueda. Además de para cerciorarse de que todo ha ido bien. Una recomendación importante consiste en parar tras un breve periodo de rodaje para comprobar la presión de los neumáticos.
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